Rehabilitación en fijación de columna

La rehabilitación en la fijación de la columna es un procedimiento importante, tanto de forma previa a la cirugía como posteriormente.

La cirugía de fijación de la columna vertebral se realiza para estabilizar y fusionar segmentos de la columna que están causando dolor, inestabilidad o compresión nerviosa. Esta cirugía se emplea para tratar diversas afecciones, como fracturas vertebrales, deformidades espinales, hernias discales graves, tumores espinales, inestabilidad vertebral, entre otros problemas.
Existen varios métodos de fijación de la columna, y la elección depende de la condición específica del paciente y la gravedad de la lesión.

Algunas técnicas comunes incluyen:

1. Instrumentación con tornillos y barras: Se insertan tornillos en las vértebras adyacentes a la zona afectada y se conectan con barras metálicas para estabilizar la columna.
2. Fusión espinal: En esta técnica, se coloca un injerto óseo entre las vértebras afectadas para permitir que crezca nuevo hueso y fusionarlas en una sola estructura sólida. Puede emplearse junto con la instrumentación para la estabilización.
3. Dispositivos de soporte: En ocasiones, se utilizan implantes o dispositivos específicos para corregir deformidades o estabilizar segmentos espinales.
4. Cirugía mínimamente invasiva: Algunos procedimientos se realizan con técnicas mínimamente invasivas, lo que implica incisiones más pequeñas y menor daño a los tejidos circundantes.

La rehabilitación en la fijación de columna es muy importante ya que la cirugía es un procedimiento serio que conlleva riesgos, como infección, sangrado, lesiones nerviosas o falta de fusión ósea. La recuperación puede variar dependiendo del tipo de cirugía y la condición del paciente. Requiere el trabajo conjunto de los profesionales de la salud (médico, cirujano, fisioterapeuta, educador físico deportivo…) para ejecutar un plan de rehabilitación individualizado y adaptado a las necesidades y condiciones específicas de cada paciente.

Pero antes de tomar la decisión de realizar la intervención quirúrgica, es esencial discutir con el equipo de profesionales de la salud todas las opciones de tratamiento conservador.

Una vez realizada la intervención quirúrgica, es crucial un programa de rehabilitación de fijación de columna para una recuperación exitosa del paciente. En función de las condiciones en las que se encuentre el paciente, podemos fraccionar el proceso en diferentes fases:

Fase inicial (hospitalización):

La rehabilitación en fijación de columna empieza ya en el hospital. Por lo general, esta fase dura de 1 a 5 días, dependiendo de la extensión y la complejidad de la cirugía, así como de la recuperación inicial del paciente. Los objetivos en esta fase son:
1. Control del dolor y la inflamación: Gestión del dolor mediante medicamentos recetados y técnicas no farmacológicas.
2. Movilización temprana: Inicio de la movilización dentro de las primeras 24 horas después de la cirugía con ayuda del personal sanitario.
3. Prevenir complicaciones postoperatorias: Prevención de complicaciones como trombosis venosa profunda (TVP) y neumonía mediante ejercicios respiratorios y movilización precoz.

Fase de recuperación temprana (4-6 semanas):

Esta etapa suele extenderse durante las primeras 4-6 semanas tras la salida del hospital. La duración de esta va a depender del trabajo que realice el paciente de la mano del equipo de profesionales sanitarios (fisioterapeuta y educador físico deportivo) con los que diseñen y ejecuten un programa de ejercicio físico adecuado, personalizado y adaptado a su situación y de la mejoría que vaya adquiriendo. Los objetivos en esta fase son:
1. Cuidar la herida: Mantenimiento de una buena higiene y seguimiento de las instrucciones del médico para el cuidado de la herida.
2. Controlar el dolor: Uso de medicamentos según lo recetado para el manejo del dolor.
3. Mejorar la movilidad: Ejecución de ejercicios suaves de movilidad y caminatas cortas según las indicaciones de los profesionales de la salud.
4. Mejorar la postura: Aprender y practicar buenas posturas para proteger la columna.
5. Educar: Información sobre las restricciones y limitaciones postoperatorias.

Fase de fortalecimiento y estabilización (6-24 semanas):

Esta fase puede durar varios meses, e incluso hasta un año o más, dependiendo de la progresión del paciente y su capacidad para recuperar la fuerza, la estabilidad y la movilidad de la columna. La terapia de rehabilitación continua durante este tiempo, con el objetivo de mejorar gradualmente la función y la resistencia. Los objetivos de esta fase son:

1. Recuperación funcional completa. Reintroducir las actividades de la vida diaria (tareas de casa, actividad laboral, recreativa, etc.)
2. Restauración de la fuerza y estabilidad de la columna: Para ello se realizan ejercicio específico para mejorar la fuerza de la musculatura que rodea la columna (core) en concreto, y el resto de la musculatura en general.
3. Mejora de la resistencia y la movilidad. Continuar con el trabajo de movilidad y también con el trabajo para mejorar la capacidad cardio-respiratoria.

Es importante destacar que estas son estimaciones generales y que la duración de cada fase puede variar significativamente según la respuesta individual del paciente, la complejidad de la cirugía, la presencia de complicaciones y otros factores. El equipo de profesionales de la salud será quien evalúe y ajuste el programa de rehabilitación en función de la evolución de cada paciente.
Cada fase se enfoca en metas específicas y acciones diseñadas para alcanzarlas, siempre adaptándose a las necesidades individuales del paciente y supervisadas por profesionales.

Recuerda que cada persona es única, por lo que es esencial adaptar tu programa de ejercicios a tus necesidades individuales y seguir las recomendaciones de tu profesional de la salud. El enfoque en la prevención y la rehabilitación adecuada es clave para mejorar las lesiones de tobillo y reducir el riesgo de futuras lesiones.

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